sábado, 21 de agosto de 2010

Reveren Bizarre - III: So long suckers (2007)


Obviando el recopilatorio Death Is Glory... Now y los EPs póstumamente editados, So long suckers fue el broche que, a modo de epitafio, puso fin a la carrera de estos doomsters procedentes de Finlandia. Tras ello, los integrantes dividieron sus caminos: Albert Witchfinder, colaborando como cantante en Spiritus Mortis, manteniendo sus proyectos de black metal Armanenschaft y Azrael Rising y formando The Puritan y Opium Warlords; Peter Vicar, uniéndose junto a Christian Lindersson en Lord Vicar y siguiendo adelante con el proyecto de rock progresivo The Orne; por otra parte, del enjuto baterista Earl of Void aún estamos a la espera de saber cuál será su próximo paso en cuanto a proyectos musicales se refiere (si es que está dispuesto a darlo). Respecto al disco, editado hace ya tres años, se nos presenta lleno de detalles que reflejan que esto es el FIN: el propio título, la pegatina que reza "Doom Metal is dead" o el maravilloso cuadro que eligieron para la portada (O Grave, Where Is Thy Victory del holandés Jan Toorop), entre otros guiños que aparecen en el libreto, nos recuerdan que esto no es sino una despedida.

Como cabría de esperar, es una despedida de altura. Lo que nos ofrece este III: So Long Suckers no es ni más ni menos que lo que han tenido a bien demostrarnos todos estos años, es decir, Doom Metal en mayúsculas. Muy pocos saben combinar los riffs lentos, pesados y repetitivos, con los cambios de ritmo marca de la casa, junto a las letras de corte esotérico, histórico y amor doliente como Reverend Bizarre lo han hecho hasta ahora. Y todo ello haciendo gala de un enfermizo sentido del humor. Con este último disco de estudio, canciones como la odisea de brujería They Used Dark Forces/Teutonic Witch o la serena y majestuosa Caesar Forever pasan a formar parte del legado de los de Lohja y, con éste, del género al completo junto al de Saint Vitus, Pentagram, Trouble y tantos otros. Christs may come and Christs may go, but Caesar is forever.

Edorta

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Un primer CD cojonudo, de lo mejor de su carrera prácticamente, y otro bastante irregular. No me parece la obra maestra que es el 'In the rectory...' pero nunca está de más pinchar este disco de vez en cuando.

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